Después de la vacunación de las personas con discapacidad y profesionales de viviendas y residencias de las entidades de Plena inclusión en la región, el segundo reto es acelerar la vacunación en los centros de día para que las personas con discapacidad intelectual vayan recuperando sus rutinas como el resto de la sociedad. Actualmente, el 51% de las personas con discapacidad intelectual que acuden a centros de día tienen ya las dos dosis y el 66% de los profesionales de los centros. Estas cifras varían notablemente de unas provincias a otras lo que genera cierto malestar entre las familias y las personas con discapacidad. Por ejemplo, en Soria está el 100% de la población vacunada mientras de Valladolid, Burgos y Salamanca rondan el 30% (datos del 11 de marzo).
Por el contrario, los datos en las residencias y viviendas son verdaderamente positivos ya que el 92% de las personas está inmunizadas, así como el 85% de los profesionales. “Estos datos son muy positivos porque casi estamos al 100% de las personas vacunadas, este 8% corresponde a quienes están pendientes de la segunda dosis o por alguna patología no se vacunan” afirma Juan Pablo Torres, presidente de Plena inclusión Castilla y León.
Durante este año ha sido ejemplar la actitud de miles de personas con discapacidad intelectual que han visto, como el resto de la sociedad, que su vida cambiaba enormemente. Las personas con discapacidad intelectual que están en viviendas, residencias y centros de día han cambiado de compañeros (hace meses que no ven a muchos de sus compañeros por la división en grupos burbuja), han dejado de participar en actividades en la comunidad (siendo tan importante para ellos la inclusión), han reducido casi a cero sus actividades deportivas… En definitiva, la adaptación a las medidas de covid-19 ha provocado en algunos casos un malestar notable y problemas de conducta ante tantos cambios y restricciones difíciles de comprender para muchas personas. En esta línea, según un informe realizado por Plena inclusión y el Inico revela que 2 de cada 3 familias ha recibido muy poco o ningún apoyo y el 20% de las personas con discapacidad no recibió los apoyos necesarios.
“No obstante, a pesar de las dificultades, las familias y las personas con discapacidad intelectual, en la mayor parte de los casos, han sido un ejemplo a seguir: adaptándose a la nueva realidad, nuevas formas de comunicación, nuevos servicios acorde a sus necesidades…” destaca Torres. En esta línea de adaptación, también es reseñable el incremento del uso de las nuevas tecnologías y de la información accesible a todos públicos y, en consecuencia, la elaboración de documentos en lectura fácil sobre la covid-19 que ha dado como resultado el consentimiento informado de la vacuna o la estrategia nacional de vacunación entre los más destacados. La reducción de la brecha digital también ha sido un dato positivo aunque aún queda un largo camino por recorrer.
Junto al agotamiento emocional, el sector también sufre el sobrecoste económico que ha supuesto la pandemia para las organizaciones (epis, grupos burbujas, aplicación de medidas extraordinarias…) que se cifra entre un 30 y un 40%. La situación económica del sector estaba debilitado por la aplicación del XV convenio colectivo que incluía una subida salarial muy significativa. La Junta de Castilla y León ha establecido durante este tiempo medidas adicionales como, por ejemplo, subvenciones para los gastos de epis pero necesitamos más medidas que ayuden a garantizar la sostenibilidad del sector
Datos de vacunación a 17 de marzo de 2021: Documento de descarga
Fuente: Plena inclusión Castilla y León